El sufrimiento es duro
pues es un dolor interior, lo llevas contigo a todas partes, lo
arrastras como una pesadilla interminable, pero aprendes a vivir con
él, se entabla como una tregua en la que has de estar alerta pues
nunca duerme nunca sufre, disfruta viendo tu dolor y solo lo
apaciguas con paciencia, tolerancia y algo de rabia escondida y
preparada para un nuevo envite.
Hoy mi sufrimiento es
el de una amiga, una muy antigua, sólo eso, amiga, la aprecié, la
aprecio y la apreciaré siempre, ella lo sabe, (creo). Acabo de
enterarme que muy recientemente acaba de perder a su Padre, ademas de
la coincidencia de otros problemas familiares también importantes,
pero no como “el gran viaje”. Yo lo perdí mas joven, eso no
trasciende, el sufrimiento sí, el vacío, el dolor, que sientes
indescriptible, yo estaba muy unido al mío, y sigue siendo como si
fuera ayer.
Mi amiga no leerá
estas lineas, estará emprendiendo lo que corresponde a su siguiente
etapa, quisiera con todo mi corazón poder ayudarla como sea, como
fuese, pero no soy nadie en su vida, nunca lo he sido, pero para mí
era el icono de un sueño eterno de felicidad, y se ha roto, ella
también sufre y con ella, mi corazón duele más, por lo que
significa para mi, por no poder hacer nada, por la impotencia que
siento, por ella. Aunque sé que saldrá
adelante....ella sí.