No creo en el azar, digamos que la palabra no coincide con el significado, el azar es una forma de expresar ciertas o algunas casualidades. Todo es medible, estadísticamente claro, no digo nada nuevo, es mas, los cálculos estadísticos de la teoría del caos son anteriores a mi existencia.
No se porqué he soltado esta perogrullada... somos como somos quiero decir que somos una ramificación de las incalculables, que parten de nuestro código genético.
Nosotros gobernamos nuestra ramificación, si llegamos a un punto ha sido por nuestra destreza navegando.
Por ejemplo tomemos el centro del universo, o sea yo. Desde luego si estoy en un punto he de asumir mi total responsabilidad, sin escusas o autoengaños como posibles culpables o el destino...Pamplinas, hay que dar la cara, aunque sea para recibir un bofetón.
Mi situación sinceramente no es buena, he acabado en un callejón sin salida ni vuelta atrás, y eso que con mis decisiones y lo demás, lo venia venir, quizás esperaba un milagro... La decepción de mí mismo es tan grande, que provocó el estallido de la profunda y dolorosa depresión que arrastro, nada nuevo solo hay que leer éste blog...
En algún punto de mi rumbo, de mi ramificación, me equivoqué acabando ignominiosamente a éste momento desesperante, asfixiante, que aumenta exponencialmente, y que no augura un final feliz, eso sí lo puedo confirmar.
Para mi desgracia conozco el punto al que me refiero, que borró de un plumazo mi futuro, o sea el ahora y lo que devendrá, que ni me molesto en intentar controlar...ese momento fué en 1998. Pero no busco excusas, sencillamente tomé un rumbo erróneo, nada mas
Afortunadamente hay un final para todo...
Kurt Cobain
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