Por mas que luches contra dragones, leones, tigres, osos, leopardos, panteras, hienas, serpientes, gat@s, perritos...sin armas, con las manos vacías abiertas, con la verdad, con una sonrisa, hasta con cariño, siempre acabas llevándote arañazos, mordiscos, quemaduras...heridas de batallas que no buscabas, de guerras que no querías, de luchas que no deseabas...heridas que nunca cicatrizan, que se te acumulan en el alma, incluso preguntándote ¿seré yo?...¿sera mi culpa?, tal vez sí...pero esas cicatrices abiertas, sangrantes, supurando cual afluente en dirección a un río que morirá en el mar, te recuerda a cada momento tu frágil humanidaf, y que independientemente de todo...siempre pierdes, siempre has perdido y siempre perderás.
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