miércoles, 23 de julio de 2014

SUEÑOS

   Los sueños son una muy muy mala película de nuestra vida real, está claro, pero, sigamos un poco con ellos, sin miedo, un poco...
   Los actores, rayos, ¡descartémolos!, sino yo tendría un trauma con mi padre de mil demonios (que no descarto), la mayoria de las veces son como un relleno, creo que nuestro inconsciente los escoge, por similitudes, por proximidad, casualidad no sé...el escenario, ni pensarlo, (el mio hace un rato era una cocina enorme), el argumento, ¡Dios! despertemos a Freud...no ¿que queda?...el público, sí, ese, y ¿quien es?...venga... ¡nosotros!, nosotros somos los espectadores de nuestro sueño, sí, luego lo olvidamos, como siempre, pero y los que no olvidamos, o cuando te despiertas de golpe, con sudores, o llorando, o con miedo y durante un ratito lo ves todo claro...nuestra conciencia también necesita redimirse y somos su público, como una especie de mini castigo, de nuestros pecadillos o anhleos (que casi vienen a ser lo mismo)...seamos sinceros, al acostarnos nunca deseamos soñar, solo descansar, y suele ser así, pero que a veces recordamos algo al despertar o a alguien, no forzosamente una pesadilla, tal vez algo agradable, muy agradable, todo sirve, estoy seguro, indica algo...algo que nos avergüenza, que nos atormenta. O todo lo contrario.
    Pues, cuidado con nuestos demónios...o ángeles...


                demon

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