La falta de empatía que noto a mi
alrededor, tanto de cerca (excepto un par de casos), como de lejos es
brutal, ésta es mi cuarta década, por así decirlo, y nunca había
visto, ni sentido nada parecido.
La gente, de todos los ámbitos, ya
no se habla, no se conversa, no se comunica, parece seguir unas
reglas éticas, morales, escritas o inventadas no se por quién, como
robots. A nivel institucional, los políticos, que voy a decir, solo
hay que mirarle a los ojos, la judicial, no son jueces, parecen
pequeños dictador@s, pero con miedo (no sé de que, bueno si), la
policial, es de risa, hasta un “multero” de zona verde da miedo,
la policía, sea cual sea, ya no escucha, o no oye, y/o las dos
cosas, solo SEÑOR, SI SEÑOR,¡si no! esposas y al calabozo, con los
traficantes que hacen el agosto ahí dentro, o con los inmigrantes...
A nivel personal, no sabría
decir...solo puedo fiarme de tres personas a lo sumo, el resto es
buena gente, que no se malinterprete, solo que, todo el mundo va a su
bola, sin mirarte siquiera, sin escucharte, y lo que más me preocupa
es que me estoy volviendo como ellos, y eso me aterra, “zombies”
que viven con miedo, gritos, insultos, violencia, denuncias, a ver
quién puede más, a ver quien llega antes.
Recuerdo otras épocas mas
tranquilas, cuando ver un policía te daba seguridad, cuando los de
la grúa municipal tardaban 45 minutos en encontrarte porque un
vecino, que no reconocí, sabia que era mi coche ¡y estaba entero
encima de la acera¡, cuando llegabas con él enganchado y podías
dialogar con ellos y te lo desenganchaban, cuando convencías a un
urbano de que rompiera la multa (ahora llevan “miniagendas” o
algo así, y ni te acerques). En los accidentes corrientes de coches
hacías un parte con los datos y cap problema, los bancos...madre
mía...bah no soy un telediario.
Realmente si alguien
lee esto sabrá que no soy estúpido, que tengo respuestas para casi
todo (como cualquiera), que ésto es un cuento abreviado de úno
larguísimo y aburrido. Y, sí, que sé perfectamente que en algo
hemos mejorado, pero a que precio, y...¿vale la pena?
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